“Odio el sexo. Se siente como una invasión a mí y a mi cuerpo por alguien más. La vida sería genial si nadie esperara que yo tuviera actividad sexual de nuevo.” – Tina, violada de niña por su padre
“Mi pene y mi corazón se sienten desconectados. Yo uso el sexo como una forma de borrar mi dolor cuando me siento deprimido. La masturbación es mucho más fácil que el tener sexo con mi esposa. A ella le gusta mucho el besar y abrazar pero a mí me parece incómodo con tanta cercanía.” – Jack, de adolescente víctima de abuso por un vecino
De la misma manera que Tina y Jack, muchos sobrevivientes de abuso sexual sufren de una variedad de problemas sexuales. Y no resulta sorprendente. El abuso sexual no sólo es la traición de la confianza y afecto humano; es por definición un ataque a la sexualidad de una persona.
Nuestra sexualidad es el aspecto más privado e íntimo de quienes somos. Nuestra sexualidad incluye el cómo nos sentimos ya sea como hombres o mujeres, y qué tan confortables nos sentimos con nuestro cuerpo, nuestros genitales, y nuestros pensamientos, expresiones y relaciones sexuales.
Cuando uno es víctima de abuso sexual –ya fuera una seducción ligera (por parte de un pariente querido, o una violación violenta por un desconocido – la visión y experiencia de tu sexualidad resulta afectada por lo que te ocurrió.
Las buenas noticias es que ahora tenemos una serie de técnicas efectivas de saneamiento que ayudan a los sobrevivientes superar las repercusiones causadas por el abuso.
¿Cuáles son los problemas causados por el abuso sexual?
Los diez síntomas más comunes de abuso sexual son:
- evitar o temer el sexo
- ver al sexo como una obligación
- experimentar sentimientos negativos tales como enojo, disgusto o culpabilidad con el contacto
- tener dificultad para sentir deseo sexual
- sentirse emocionalmente distante o no presente durante el sexo
- experimentar pensamientos o imágenes perturbadoras
- participar en comportamientos sexuales compulsivos o inapropiados
- tener dificultad en establecer o mantener una relación íntima
- experimentar dolor vaginal o dificultades para experimentar el orgasmo
- experimentar dificultades en la erección o en la eyaculación.
¿Qué es la sanación sexual?
La sanación sexual es un proceso de empoderamiento en el cual restauras tu sexualidad como algo positivo y placentero. Involucra el uso de estrategias y técnicas especiales de sanación para poder cambiar activamente las actitudes y comportamientos que resultaron del abuso. El proceso de sanación sexual generalmente incluye: el adquirir un entendimiento profundo de lo que ocurrió y de cómo influyó en tu sexualidad, incrementar tu autopercepción del cuerpo, desarrollar un sentido positivo de tu sexualidad, aprender nuevas habilidades para experimentar el contacto sexual que afirma la vida de una manera compartida y sana.
El conseguir la sanación sexual puede tomar de unos meses a unos años, o quizá más. Se le considera un trabajo de recuperación avanzada y por lo tanto es preferible que se lleve a cabo después de que la persona sobreviviente tenga una vida estable y segura y haya atendido los efectos más generales del abuso sexual tales como depresión, ira, auto incriminación, preocupaciones y pérdida de confianza.
Existen diferentes niveles de trabajo en sanación sexual que la persona sobreviviente puede tomar; desde simples lecturas acerca de la recuperación hasta involucrarse en una serie de ejercicios progresivos llamados “técnicas para re-aprender el acercamiento físico.” Estos ejercicios generan oportunidades para practicar una nueva forma de aproximarse al contacto íntimo. Mientras que algunas personas sobrevivientes son capaces de progresar en la sanación sexual por su cuenta, otras encuentran que les resulta esencial alistarse en un programa de guía y apoyo por un profesional de la salud mental. Este cuidado profesional se recomienda porque existe una gran probabilidad de que la sanación sexual despierte emociones y recuerdos traumáticos.
No necesitas estar en una relación sentimental para hacer trabajo de sanación sexual. Algunos ejercicios están diseñados para sobrevivientes que viven sin compañía. Sin embargo, si tienes una pareja, hace falta que tu pareja se eduque acerca de las repercusiones sexuales del abuso y de las estrategias para participar activa y efectivamente en el proceso de sanación.
Aquí hay unas ideas de cómo iniciar la sanación sexual:
1. Aprender lo que es una sexualidad sana
El primer paso en la sanación sexual es aprender a distiguir entre el sexo abusivo y el sexo sano. Si normalmente usas palabras como “malo,” “sucio,” “abrumador,” “atemorizante,” “doloroso,” o “secreto” para describir la práctica sexual, es necesario que reconozcas que estas palabras describen al “sexo abusivo”. El sexo sano es algo muy diferente. Se caracteriza por las palabras como opción, consentimiento, igualdad, respeto, honestidad, confianza, seguridad, intimidad y placer sensual.
En libros y películas que prefieras, procura que la exposición a imágenes de sexo abusivo sea mínima y por el contrario que se aumente la entrada a ejemplos de sexo en las cuales las parejas son responsables y expresan su amor y cariño mutuamente.
2. Separa tu auto-imagen de lo que te hicieron
Todos nacemos inocentes sexualmente hablando. Por causa del abuso sexual o del subsiguiente comportamiento sexual, puedes creer erróneamente que, sexualmente eres una mala persona, un producto dañado e irreparable, o simplemente un objeto sexual para el uso de otra persona.
Deja que el pasado sea el pasado y date un futuro sexualmente saludable. No estás atrapada/o en las etiquetas negativas que la persona ofensora te haya llamado o en la forma en que tú te veías a ti mismo/a como resultado del abuso. Ahora tú puedes hacer una elección y puedes reafirmar tu verdadera personalidad con otras personas. Las viejas etiquetas desaparecerán si tú dejas de creer en ellas y dejas de actuar en formas que las refuercen.
3. Detén comportamientos sexuales que sean parte del problema
No podrás construir una nueva base de sexo saludable si no te liberas de comportamientos sexuales que puedan debilitar la sanación. Los comportamientos sexuales que típicamente deben eliminarse incluyen: tener sexo cuando no estás dispuesta/o, sexo no seguro o riesgoso, encuentros extramaritales, sexo promiscuo, sexo violento o degradante, sexo compulsivo e involucrarse en fantasías sexuales abusivas. Si no lo puedes lograr por ti misma/o, pide ayuda a un programa de 12 pasos u otro programa de apoyo. Lleva tiempo romper hábitos y canalizar la energía sexual en formas que nutran tanto al cuerpo como al alma.
4. Aprende a manejar reacciones automáticas al contacto
Muchas personas sobrevivientes encuentran reacciones automáticas desagradables al contacto físico y al sexo, tales como: regresiones al evento del abuso, pensamientos fugaces sobre la persona abusiva, reacciones inusuales a algo que la pareja sexual dice o hace mientras se hace el amor. Mientras que estas reacciones son comunes, inevitables, e incluso formas de protección resultados del trauma, después de algunos años pueden convertirse en obstáculos para disfrutar plenamente de la actividad sexual. Al desarrollar entendimiento y paciencia tú puedes aprender a manejar estas reacciones eficazmente.
Cuando experimentas una reacción no deseada al contacto físico, haz un alto y sé más consciente de la reacción. Luego cálmate físicamente con respiración profunda, auto-masaje y técnicas de relajación. Tan pronto puedas, reafirma tu realidad presente al reafirmar quién eres ahora y saber que tienes opciones. También puedes querer alterar la actividad de alguna forma para hacerla más placentera. Las reacciones automáticas pueden disminuir con el tiempo en la medida que te sientas más atenta/o y receptiva/o a ellas.
5. Familiarízate con técnicas de contacto físico
Puedes usar técnicas de contacto físico para ayudarte a re-aprender el contacto íntimo en una forma segura y relajada. A diferencia de las técnicas tradicionales de terapia sexual (que pueden resultar abrumadoras para personas sobrevivientes), las técnicas para “re-aprender el contacto íntimo” proporcionan una gama de ejercicios a elegir en la medida que sientas que es el momento adecuado. Puedes hacer algunos ejercicios de contacto físico en forma individual mientras que otros requieren la participación de una pareja. (Descripciones detalladas de los ejercicios se pueden encontrar en el libro de Wendy, El viaje para sanar la sexualidad, y en el video “Re-aprendiendo el contacto físico” (Relearning Touch) —para verlos gratis haga un Click Aquí.
Estos ejercicios te ayudan a desarrollar habilidades tales como: sentirse relajada/o al contacto físico, respirar en forma descansada, enfocarse en el presente, comunicarse con la pareja sexual, divertirse, expresar y recibir amor a través del contacto físico. Los ejercicios son progresivos y siguen una secuencia partiendo de algo juguetón, de contacto no sexual a contacto sensual, hasta actividades placenteras de contacto. Cuando sea necesario, puedes identificar y resolver problemas sexuales específicos, tales como dificultades en la erección o para lograr un orgasmo, modificando terapias sexuales tradicionales para utilizar las habilidades adquiridas al re-aprender el contacto físico.
Puedes reparar el daño hecho en el pasado. Puedes esperar y ver con gusto una nueva oleada de auto-respeto y paz personal tanto como intimidad emocional. Cuando recuperas tu sexualidad, recuperas a tu persona.
Para la versión en inglés de este articulo (Sexual Healing from Sexual Abuse), haga un Click Aquí
Para más recursos de sanación de abuso sexual en español, haga un Click Aquí
© 2022 por Wendy Maltz